La oración
Hablar con Dios debe ser una acción primordial en nuestra existencia, cuanto más tiempo le dediquemos a la Oración, más nos fortalecemos en Él.
Debemos empezar por comprender que el acto de la Oración es tiempo ganado. Cuando nos comunicamos de manera sincera y auténtica con nuestro Dios, nuestras cargas se aligeran y logramos que nos invada la Paz de nuestro Señor Jesucristo.
La Bondad de Dios se hace palpable cuando persistimos en la Oración porque esa perseverancia nos hace Crecer en Fe y Carácter. A su vez, podemos ver como nuestras necesidades entran en concordancia con la voluntad y el propósito que El Señor Jesucristo ha designado para nuestras vidas.